Como ya he comentado en alguna ocasión, mi familia es muy extensa, pero claro, cuando somos tantos, es inevitable que existan los favoritos.
Dicho esto, he de confesar que yo tengo pasión por mi tía Mari, que además, junto con su marido, son padrinos míos y de mi hija. Así que cuando llegó su cumpleaños, tenía muy claro que tenía que hacerle una tarta especial.
A ella le encanta la costura, es más, gran parte del vestuario de mi hija ha sido creado por ella, así que estaba claro, ¿no?.
Los botones fueron todos devorados por Concha.
El bizcocho era de coco, con almíbar de canela y relleno de ganaché de chocolate.
¡FELICIDADES TITA! TE QUEREMOS MUCHO.