Esta tarta también la voy a presentar por partes, como decía Jack, el destripador, jijijiji. Me ha gustado a mi esto de ir enseñando poco a poco la tarta. Pues bien, aquí me tenéis haciendo los cortes para dar la forma deseada al bizcocho, que una no tiene moldes para todo. Observad que no pierdo el glamour ni para cocinar, jijijiji. Por lo de los recortes sobrantes, no preocuparos, en mi casa caen como moscas.
Las avispitas supersonrientes, jijijijijiji.
Y los gusanitos, anda que no están contentos, eh.
Las mariquitas también estaban muy felices, pero como tienen su carita negra, las pobres, pues no se les ve.
Mamá pata y su patito.
Este hipopótamo me encanta, en un principio, iba encima de la tarta, pero cuando la veáis entera os daréis cuenta que no cabía, pero con lo gracioso que me había quedado, ¿como iba a dejarlo fuera?.
Uy, uy, ya se va adivinando algo. El sol radiante, como el que está haciendo estos días.
Bien, pues aquí la tenemos al completo. Mi Concha estaba deseando que llegara su cumpleaños para poder llevar, al Cole, una tarta que le hiciera su mami. Pero, como todavía le queda mucho, pensé: ¿por qué no hacerla ya?. El motivo de que sea una representación del nº 2 es porque se encuentran ahora estudiando eso. Concha se lleva todo el día cantando: "el 1 es un soldado haciendo la instrucción, el 2 es un patito que está tomando el sol". De esta canción viene el haber puesto los patitos ese sol tan sonriente.
Como el bizcocho de terciopelo rojo tuvo tanto éxito, lo volví a usar. Lo emborraché con almíbar de canela y le puse una capa de nutella casera y otra de crema de vainilla. Espero que les gustara mucho, tanto a "zuzamigoz", como a las profes, que son ESTUPENDAS.