Pues sí, aunque parece mentira, el tiempo pasa tan rápido que no nos damos cuenta. Yo conocí a Jenny, mi cuñada, cuando contaba cinco o seis años y resulta que ya ha cumplido 18.
Un cumpleaños tan especial, como es el de la mayoría de edad, no podía pasar desapercibido.
No sabía que hacerle, sobre qué temática basarme. Así que entre todos fuimos aportando ideas y salio esta tarta. Me encanta este perro y es que es igualito a su Rufo.
¿Y que me decís de la manta de Ikea?, jijijijiji. Ella no se esperaba nada parecido, pero cuando llegó a casa, saqué la tarta y le cantamos el cumpleaños.
El bizcocho era brownie de chocolate blanco, bañado en almimbar de coñac y relleno de crema de fresas y yogur, una delicia, según todos aquellos que la probaron, ya que una vez más, yo no comí, el régimen no me lo permite.
Guardo esta última imagen para decirle a la tita Jennifer, como dice Concha, cuanto la queremos. Un beso muy grande y ¡QUE CUMPLAS MUCHOS MÁS!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario