Os voy a ir enseñando, poco a poco detalles, porque de eso la tarta tenía un montón. Ahí vemos la vela, una de las cosas que aprendí a hacer en el curso de modelado.
Aquí están las fresas, que ahora es la temporada. Los agujeritos de las pepitas se los hizo mi socia, que yo mientras le hacía los cabitos.
De nuevo las flores, y es que tenéis que reconocer que quedan monísimas, o por lo menos, a mi me encantan.
No podía faltar the rainbow, es que esta Dora es más completa...
Por fin, aquí tenemos la creación al completo, no sé que pensaréis, pero a mi me encantó el resultado.
Aquí vemos de cerca a la protagonista de la temática elegida. Era una de las muñecas que más miedo me daba modelar, pero, bajo mi humilde opinión, quedó bastante conseguida.
Las vistas aéreas, las mejores, ¿o no?. Respecto a los sabores, la parte de abajo, brownie de chocolate negro, la de arriba brownie de chocolate blanco, los dos pisos rellenos de nutella casera y bañados en almíbar de canela. Según el correo que me envió Blanca al día siguiente de la celebración, la tarta gustó mucho, ¡me alegro!. No voy a poner el mje completo aquí para preservar la intimidad del cliente, pero os puedo asegurar que me llenó de orgullo, vamos que no cabia en la silla, jijijijiji.
Muchas gracias por todo, Blanca y espero que Marta disfrutara a tope de su día.
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