Bueno, primera combinación de temáticas, nunca me habían pedido que pusiera en la misma tarta dos muñecos diferentes, pero así lo quería mi compañera y amiga, Dessi.
Su niña, Elena, había decidido que quería por su cumpleaños una tarta de Piolín, pero buscando ideas, a su madre le gustó mucho una de un oso y decidió que aparecieran las dos figuras, porque nadie conoce a un hijo mejor que su madre, y ella sabía a ciencia cierta que le iba a gustar lo del osito.
Me he comprado unos texturizadores de madera y de ladrillo y estaba deseando estrenarlos, así que no me lo pensé, puse el nombre y el número como si estuvieran clavados en un trozo de madera, y ea, ya me quité la pena, jijijijijijiji. Por cierto, se nota que me ha encantado ese nuevo cortante de flores, ¿no?.
Ella lo dejaba todo en mis manos, no se decidía por nada, cosa que resulta muy complicado, porque tú puedes tener mucas ideas, pero, no sabes si a la persona le va a gustar o no.
Como digo, ni siquiera los sabores los eligió, sólo me dijo que a su madre no le gustaba el chocolate, así que le hice un bizcocho de red velvet, bañado con almíbar de canela y relleno de dulce de leche. No tengo ninguna foto de Piolín de cerca, porque la única que le hicimos, salió borrosa, pero os puedo asegurar que estaba muy simpático.
Espero que a Elena, que es muy "princesita", como dice su mamá, le gustara mucho. ¡FELICIDADES ELENA!.
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