Por fin he encontrado un huequito para poder colgar algunas tartas, que no sabeis como tengo el trabajo de acumulado, y es que esta parte de publicar es la que menos me gusta, pero que le vamos a hacer, es también muy importante.
Cuando vi que Silvia, mi profesora de tartas, hacía un curso avanzado de modelaje, en Sevilla, no me lo pensé, aún coincidiéndome con dos encargos y una boda, pero es que no podía perder la oportunidad. Allí que me presente, el domingo 20 de marzo, en Alcalá del Río, un pueblo de Sevilla, que se encuentra donde Cristo perdió el mechero, jijijijijii.
De camino hacía Sevilla, tuve muy mala suerte, pues el puente del Centenario estaba cerrado, así que... pa Trianaaaa, por cierto, ya estaban montando la feria, jijijijiji.
Fué un curso muy largo y cansado, pues empezamos a las 10 de la mañana y estuvimos trabajando hasta las 8 de la tarde, pero no me arrepiento, no podeis imaginar la de cosas que aprendí. La cara de la muñeca me salió un poco larga, pero no está mal para ser la primera que modelo, sabiendo cómo se hacen las cosas.
He de dar las gracias a mi madre y a Amparo, que fueron las que me regalaron el curso. Por cierto, esta tarta sí que la comí yo y os puedo garantizar que estaba muy buena. Pedir también disculpas por las fotos, que José Mari no las hizo con tiempo y las tuve que hacer yo, que no soy muy buena fotógrafa.
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